El
cacerolazo en rechazo a las políticas del gobierno ocupó la mitad de la Plaza
Moreno el 8 de noviembre en la ciudad de La Plata. La gente se concentró frente
al edificio de la municipalidad platense para protestar por la inseguridad, inflación, el pago de
jubilaciones, la corrupción, en contra de la re-relección, la modificación
constitucional y el cepo cambiario.
Familias,
jubilados, docentes, jóvenes, amas de casa concurrieron a la plaza para
expresar sus reclamos. Sonaron cacerolas, latas y todo lo que pudiera llamar la
atención. Se realizó una marcha alrededor de la plaza y luego la gente se
desconcentró pacíficamente. Según estimaciones de manifestantes platenses
opinaron que en esta oportunidad se reunió el doble de gente que en el
cacerolazo anterior.
Algunos
manifestantes declararon que tenían mucha preocupación por el tema de la
inseguridad y por la pobreza. Uno de los testimonios recogidos pertenece a una
empleada doméstica de La Plata quien
aseguró que no tenía sentido que a esta
altura, después de tantos años de gobierno, el estado siguiera dando planes
sociales y agregó: “yo pienso que el estado debería usar las políticas sociales
para generar empleo” También destacó que conocía gente que tenía planes
sociales y no los cobraban por lo que se preguntó ¿A dónde va a parar esa
plata? A estas críticas sumó la exigencia de tener un trabajo digno.
Una joven empleada pública reclamó por la
falta de seguridad, y se quejó por el
proyecto del gobierno de modificar la Constitución y dijo que “las únicas leyes
que deberían cambiar son las de los que realmente delinquen como por ejemplo
los violadores” cuyo registro aseguró que estaba “cajoneado”, y que los cambios
que proponía el gobierno sólo eran para enriquecerse los políticos.
Además
agregó que ella trabajaba en atención al
público y veía la situación de la gente, sin empleo, el dinero no les alcanzaba
para hacer los trámites. Además habló de deterioro del sistema de salud y la
educación. Interrogada sobre la diferencia entre la situación actual y los reclamos que vienen desde décadas
anteriores señaló que en este momento del país las generaciones estaban un poco más
informadas. Dijo que tenía 28 años y los gobiernos anteriores los desconocía ya
que en la época menemista era bastante chica, y que desde los 19 años “siempre
veía las mismas caras y no haciendo nada por la gente”. Recordó que cuando
creció y vio “la realidad en la que
muchos se benefician y otros se mueren de hambre”, lo que venía a reclamar era
la igualdad social. También afirmó que estaba en contra de la re-reelección.
Una docente dijo que se encontraba en la plaza reclamando por los derechos de los niños discapacitados y su cobertura ya que una ley de la Superintendencia de Salud impuso hacía unos pocos días como parte de recorte presupuestario. Los derechos de la gente con discapacidad son universales ya que Argentina estaba adherida a pactos internacionales y esas leyes están por encima de la Constitución Nacional, y sin embargo las autoridades “no las están contemplando y hacen los recortes que quieren”, sentenció.
Una docente dijo que se encontraba en la plaza reclamando por los derechos de los niños discapacitados y su cobertura ya que una ley de la Superintendencia de Salud impuso hacía unos pocos días como parte de recorte presupuestario. Los derechos de la gente con discapacidad son universales ya que Argentina estaba adherida a pactos internacionales y esas leyes están por encima de la Constitución Nacional, y sin embargo las autoridades “no las están contemplando y hacen los recortes que quieren”, sentenció.